Traducción certificada Traducción Legal Comparada: Diferencias, Regulaciones y Buenas Prácticas

Traducción certificada

La traducción certificada es un proceso especializado que requiere alta precisión legal y lingüística. Se utiliza para convertir documentos legales de un idioma a otro sin perder su validez jurídica ni significado original. Este tipo de traducción está regulado por estándares como la ISO 17100 y, anteriormente, la norma EN 15038, que establecen criterios de calidad y competencia.  

Según el país, el proceso de certificación varía, como ocurre en España, Argentina, Reino Unido, Colombia, Alemania y EE. UU.. Además, los traductores certificados deben conocer los matices culturales y legales de cada jurisdicción para evitar errores que puedan afectar procesos judiciales o administrativos. La traducción certificada es esencial para garantizar la validez legal internacional de documentos como contratos, testamentos y certificados oficiales. 

Introducción a la Traducción Certificada

La traducción legal es una disciplina que exige precisión y exactitud, ya que implica la conversión de documentos legales de un idioma a otro, manteniendo su validez y significado original. Este proceso es esencial en un mundo globalizado donde las interacciones legales entre diferentes jurisdicciones son comunes, abarcando desde tratados internacionales y contratos comerciales hasta documentos notariales y resoluciones judiciales.  

La correcta interpretación y adaptación de estos textos no solo garantiza la seguridad jurídica de las partes involucradas, sino que también evita disputas derivadas de errores lingüísticos o conceptuales. Sin embargo, los estándares y requisitos para la traducción legal varían significativamente entre países, dependiendo de factores como el sistema jurídico, las normativas nacionales y los procesos de certificación de los traductores. Estas diferencias generan desafíos únicos para los profesionales del sector, quienes deben poseer conocimientos especializados tanto en derecho como en traducción para asegurar que el contenido sea fiel al original y tenga validez legal en el contexto de destino. 

Importancia en el Mundo Globalizado

En Europa, la norma EN 15038:2006 fue un estándar de calidad específico para los servicios de traducción, incluyendo aspectos como la garantía de calidad, la trazabilidad del proceso y la competencia de los traductores. Su aplicación permitió establecer criterios uniformes en la prestación de servicios lingüísticos, asegurando que los traductores y las agencias cumplieran con requisitos mínimos de cualificación, revisión y gestión de proyectos. Esta norma fue adoptada por numerosos países europeos y sirvió como referencia para certificar la competencia de los servicios de traducción, ofreciendo una mayor confianza a clientes y entidades que requerían traducciones precisas y fiables en ámbitos legales, técnicos y comerciales. 

Estándares de Calidad: EN 15038 vs ISO 17100

No obstante, desde noviembre de 2015, la EN 15038 fue reemplazada por la norma internacional ISO 17100, que establece requisitos más amplios para los proveedores de servicios de traducción a nivel global. A diferencia de su predecesora, la ISO 17100 no solo regula las competencias de los traductores y revisores, sino que también introduce directrices más estrictas en cuanto a la gestión de proyectos, el uso de herramientas tecnológicas y la confidencialidad de los documentos. Además, esta norma busca armonizar las prácticas de traducción a nivel internacional, facilitando la cooperación entre empresas y organismos que operan en múltiples jurisdicciones con requisitos lingüísticos exigentes. 

En el ámbito de la traducción legal, la figura del traductor jurado o certificado es fundamental, ya que garantiza que los documentos traducidos conserven su validez legal y autenticidad en el idioma de destino. Estos profesionales no solo poseen un dominio avanzado de los idiomas de trabajo, sino que también cuentan con formación específica en derecho y normativas de traducción, lo que les permite interpretar con precisión términos y estructuras jurídicas complejas. Su labor es crucial en la traducción de documentos como contratos, escrituras notariales, testamentos, certificados oficiales y expedientes judiciales, donde cualquier error podría tener consecuencias legales significativas. 

Perfil del Traductor Certificado

Para asegurar la validez de sus traducciones, estos traductores deben estar autorizados por una entidad competente, y los requisitos para obtener dicha autorización varían según el país. Por ejemplo, en Argentina, los traductores públicos deben estar matriculados en un colegio profesional y su firma y sello confieren a la traducción carácter de verdad jurídica objetiva hasta que se demuestre lo contrario, lo que otorga un alto nivel de fiabilidad en el ámbito judicial y administrativo. En España, los traductores jurados son nombrados por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, y sus traducciones deben llevar su firma y sello oficial para ser reconocidas legalmente. 

Casos por País

En el Reino Unido, en cambio, no existe una figura de traductor jurado como tal, pero una traducción certificada debe ir acompañada de una declaración formal del traductor o de la agencia de traducción, asegurando que es fiel al documento original. Esta declaración incluye las credenciales del traductor, su firma y datos de contacto, y en algunos casos, la traducción puede requerir certificación notarial o legalización adicional para ser aceptada por organismos gubernamentales o instituciones internacionales. 

En Colombia, las traducciones oficiales deben ser realizadas por traductores acreditados por entidades autorizadas, como la Universidad Nacional de Colombia o la Universidad de Antioquia, quienes deben demostrar un alto nivel de competencia lingüística y un conocimiento sólido en terminología jurídica y administrativa. Desde diciembre de 2020, las traducciones oficiales elaboradas en Colombia que surten efecto legal en el país no requieren apostilla o legalización adicional, ya que la firma del traductor oficial es suficiente para su validez en el territorio nacional, lo que ha agilizado significativamente los trámites administrativos y ha reducido costos para ciudadanos y empresas.  

No obstante, este beneficio solo aplica dentro de Colombia, por lo que las traducciones realizadas en el extranjero deben ser apostilladas o legalizadas en el país de origen para que sean reconocidas legalmente en Colombia, asegurando así la autenticidad del documento y su conformidad con las normativas internacionales. Además, dependiendo del uso que se le dará al documento, puede ser necesario realizar una nueva traducción en Colombia por un traductor oficialmente acreditado, especialmente en casos donde se requiere una fidelidad absoluta al original, como en procedimientos judiciales, trámites migratorios o validación de títulos académicos. 

 

El Impacto de las Diferencias Culturales

Las diferencias culturales también juegan un papel crucial en la traducción legal, ya que cada sistema jurídico está profundamente arraigado en la historia, la tradición y las particularidades socioeconómicas de su país, lo que puede generar términos y conceptos intraducibles o sin un equivalente exacto en otro idioma. Por ejemplo, el concepto de common law en los países anglosajones no tiene un equivalente directo en los sistemas legales de tradición civilista, lo que obliga a los traductores a utilizar estrategias de adaptación que permitan transmitir su significado sin distorsionar el contenido jurídico. 

Del mismo modo, términos como stare decisis, que hace referencia a la obligación de respetar precedentes judiciales en los sistemas basados en el derecho consuetudinario, o la figura del notaire en Francia, que desempeña funciones que en otros países recaerían en abogados o funcionarios públicos, requieren una traducción contextualizada para evitar interpretaciones erróneas.  

Además, ciertos términos pueden tener connotaciones legales diferentes según el país; por ejemplo, la palabra homicide en el sistema estadounidense no es sinónimo exacto de homicidio en los países de derecho civil, ya que su clasificación y consecuencias legales pueden diferir. Los traductores legales deben no solo dominar la terminología técnica, sino también comprender el trasfondo cultural y normativo de cada jurisdicción para garantizar que el texto traducido mantenga la precisión y la autenticidad del documento original sin generar confusiones o ambigüedades en su interpretación.  

Herramientas Profesionales para Traducción Certificada

Además de las competencias lingüísticas y legales, los traductores especializados en el ámbito jurídico deben estar familiarizados con herramientas y recursos específicos que faciliten su labor. Por ejemplo, el uso de herramientas de traducción asistida por computadora (CAT tools) y la creación de glosarios especializados pueden mejorar la consistencia y precisión de las traducciones. Sin embargo, es importante destacar que las herramientas de traducción automática no son recomendables para documentos legales debido a su incapacidad para captar los matices culturales y contextuales necesarios en este tipo de traducciones.  

Certificación y Legalización Internacional

La certificación y la legalización de las traducciones juradas también varían según la jurisdicción, dependiendo de los requisitos legales de cada país y del uso previsto para el documento traducido. En algunos países, es necesario que las traducciones sean apostilladas o legalizadas para que tengan validez en el extranjero, especialmente cuando se trata de documentos oficiales como certificados de nacimiento, títulos académicos o contratos.  

Este proceso implica la autenticación de la firma del traductor por parte de una autoridad competente, garantizando así la autenticidad del documento traducido y su conformidad con las normativas internacionales. Por ejemplo, en España, las traducciones juradas deben llevar la firma y el sello del traductor jurado reconocido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, y no requieren legalización adicional para su uso dentro del país. En cambio, en Alemania, los traductores jurados son certificados por los tribunales regionales y sus traducciones son aceptadas automáticamente en procedimientos administrativos y judiciales, aunque en algunos casos, cuando el documento se utilizará fuera de la Unión Europea, puede requerirse una apostilla.  

En Estados Unidos, no existe una figura de traductor jurado regulada a nivel federal, por lo que la certificación de una traducción suele incluir una declaración firmada por el traductor o la agencia de traducción, y en algunos casos, es necesario un reconocimiento notarial para validar su autenticidad. Estas diferencias hacen que la legalización y certificación de traducciones sean procesos complejos, en los que es fundamental conocer las normativas de cada país para evitar problemas de validez legal en trámites internacionales. 

En resumen, la traducción legal es una disciplina compleja que requiere no solo habilidades lingüísticas, sino también un profundo conocimiento de los sistemas legales y las diferencias culturales entre las jurisdicciones implicadas. Los estándares y requisitos para las traducciones legales varían significativamente entre países, lo que añade un nivel adicional de complejidad para los profesionales del sector. La formación continua y la adaptación a las normativas internacionales, como la ISO 17100, son esenciales para garantizar la calidad y la validez de las traducciones legales en un contexto globalizado. 

Preguntas Frecuentes (FAQ)

1. ¿Qué es una traducción certificada?

 

Es una traducción realizada por un traductor autorizado, con validez legal y firma oficial. 

 

2. ¿Cuándo necesito una traducción certificada?

 

Cuando presentas documentos legales en una jurisdicción distinta a la de origen: certificados, títulos, contratos, etc. 

 

3. ¿Todas las traducciones legales necesitan apostilla?

 

Depende del país de destino. En algunos casos, la firma del traductor es suficiente; en otros, se requiere legalización. 

 

4. ¿Puedo usar Google Translate para traducir documentos legales?

 

No. Las traducciones automáticas no tienen validez legal ni precisión jurídica necesaria. 

 

5. ¿Cómo saber si un traductor está autorizado?

 

Debe estar acreditado por una entidad oficial en su país y podrá presentar su número de registro o sello oficial. 

Glosario

  • Traducción certificada

Traducción oficial con validez legal y firmada por un profesional autorizado 

  • ISO 17100:

Norma internacional para servicios de traducción 

  • Traductor jurado

Profesional autorizado legalmente para traducir documentos con validez jurídica 

  • Apostilla

Autenticación oficial para documentos que serán usados internacionalmente 

  • Common Law

Sistema jurídico basado en precedentes judiciales, típico del mundo anglosajón 

  • CAT

Tools Herramientas de traducción asistida por computadora 

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